Deja de despreciarte, hay muchas cosas buenas en ti. Todavía disfrutas de la misma capacidad de antes. Borra de tu mente los fracasos y equivocaciones y comienza a respetarte a ti mismo.
Elimina la autocompasión, empieza a meditar en lo que has dejado, en vez de pensar en lo que has perdido. Haz una lista de tus auténticos valores.
Deja de pensar en ti mismo. Piensa en ayudar a los demás. Ve realmente a buscar una persona que necesite la clase de ayuda que puedas darle y haz algo por ella. Jamás disfrutarás de verdadera abundancia, si tus pensamientos se centran sólo en ti mismo.
Acuérdate de "Goethi" (El que tiene una voluntad firme, moldea el mundo según él mismo). Dios Todopoderoso, puso en los seres humanos una auténtica fuerza que llamamos voluntad: ¡Utilízala!
Fíjate una meta, y márcate el tiempo para conseguirla.
Deja de malgastar la energía mental, preocupándote y examinando concienzudamente lo ya hecho, y empieza a pensar en lo que haces ahora. Piensa, piensa, piensa, según dice el amigo "W. Clement Stone", de modo tan impresionante: Piensa, piensa, piensa. Te sucederán las cosas más asombrosas, cuando empieces a pensar de modo constructivo.
Finalmente, pero no por eso menos importante: Cada mañana y cada noche y durante toda tu vida pronuncia esta plegaria "PUEDO HACERLO TODO, MEDIANTE CRISTO QUE VIVE EN MÍ".
Para recordar:
Sumérgete en las profundidades de tu Ser. Allí encontrarás todo. No sigas a ningún hombre, sigue la Voz Interna.
Tomado de la Selección Metafísica - Cuaderno nº5, pág. 15
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