33) PRECIPITACIÓN EN EL TETON REAL (Parte II)
Por los Amados Lanto y Confucio
26 de Junio 1960
El Amado Señor Lanto habla:
DESARROLLO DE LA PACIENCIA
Al igual que en el ámbito de ustedes, también es menester en Nuestro Ámbito desarrollar la paciencia, porque algunos de estos que requieren asistencia en sus ámbitos, no son muy específicos ni van al grano. El amable Jerarca escucha toda la historia de lo que le ha pasado a uno -usualmente al vocero- en el pasado año. Finalmente, después de que ha descargado toda su aflicción, el Jerarca le pregunta acerca de los demás miembros de su reino, y el vocero contesta, "¡Oh, se me olvidó que vine a decir tal y cual cosa!" Es entonces que la asistencia se da.
Igual ocurre con el reino humano. Desde que el Retiro de las Montañas Rocallosas fue abierto, transitan por nuestros corredores tantos seres humanos interesados en leer los Pergaminos, e invariablemente interesados en conseguir una entrevista con un Maestro Ascendido Jerarca, no por lo que el Jerarca tenga que decirles, sino para decirle al Jerarca, lo que ellos han hecho en esta encarnación o en anteriores, sin saber ni pensar quizás que tan pronto como se llega a la presencia de un Ser Ascendido, no es menester que le digas qué has hecho o desecho, no sólo en una encarnación sino desde que te individualizaste. Todo está allí contenido en tu aura, pulsando con tonalidades de rojo y gris, así como también el bellísimo color agua y otros colores constructivos. Cuando te paras en la presencia de tu Maestro Ascendido, quienquiera que pueda ser, no hay vestidura que alguna vez se haya perfeccionado, siquiera por los magos negros cuando estaban en el confinamiento, o antes de su encarcelamiento temporal, que pueda ocultar el aura de ningún ser humano o de ningún reino. No es lo que uno dice, sino lo que uno ES, lo que determina la eficacia del servicio de cada quien.
De manera, Amados Míos, que vengan al Teton; amen esa Llama de la Precipitación. Es suya con tan sólo pedirla. Atráiganla a sí mismos, pidiendo humildemente, como siempre lo hago Yo cuando la contemplo, que se extraiga de ustedes cualquier deseo sutil, conocido o desconocido, de precipitar algo espectacular mediante lo cual el ser humano o externo, tenga una glorificación temporal, sino más bien pidan humildemente, que puedan precipitar todo el bien, ya que el Padre se complace en darles la plenitud del Reino del Cielo, no sólo en el "dulce entonces" sino HOY MISMO. Tal es la complacencia del Padre. Permitan AHORA, que toda manifestación fluya, sea física, etérica, mental y emocional, desde ustedes, y los haga un hombre o mujer de Dios, tal cual lo es el Maestro Ascendido Jesús, y tal cual, mediante las mismas disciplinas ... ¡Nosotros fuimos también!
Repetir la visita a un Retiro de un Maestro Ascendido es bueno, y quien lo haga debe ser felicitado por ello; pero, ¿cuánto del sentimiento del poder precipitador del Bien de Dios a través de ustedes para bendecir a la vida traen de vuelta a través del cerebro, de los vehículos emocional, mental, etérico y físico, y lo sostienen a pesar de las apariencias humanas temporales durante un período de veinticuatro horas? Estos Retiros de los Maestros Ascendidos se han abierto, como ustedes saben, bajo la dispensación conseguida por Nuestro Señor, el Santo Aeolus, y son constantemente anfitriones de los Iluminados de la Raza y de los miembros alertas de la Gran Hermandad Blanca, así como también de seres no ascendidos. Deseamos que ellos sean más que eso. Queremos que cada vez que ustedes vengan conscientemente a Nuestros focos, pidan llevar de vuelta consigo, el sentido de la realización, de manera que en la medida que hayan desarrollado el poder para precipitar un elemento, puedan PRECIPITAR EL PODER DE DIOS y Su Paz con la misma medida, energía y vida.
Ahora, hago la venia al actual Jerarca del Templo de la Precipitación, el Amado Confucio.
34) PRECIPITACIÓN EN EL TETON REAL (Parte III)
Por los Amados Lanto y Confucio
26. 06. 1960
El Amado Confucio habla:
Mi Amado Bendito Maestro Lanto: En el proceso de aprender a desenvolverme como anfitrión aquí en los Tetones, he recibido la magnífica asistencia de la bondad de Tu persona y de la amabilidad, no sólo de Ti, sino de Sanat Kumara y de los Dioses Soles y Diosas Soles cuando vienen, y de toda la Jerarquía de Maestros Ascendidos, que me tratan con dulzura. Estoy feliz de ver los salones y corredores de Nuestro Retiro llenos de gente y de proveer para cada quien un sitio de estudio, reflexión y meditación. Estoy feliz de escoltar personalmente a cada uno a la presencia de la “Llama de la Precipitación” y darles Mi sentimiento de amor por Ella.
LÁMPARA DE ALADINO
Mucho antes de Mi ascensión, yo había leído -como lo han hecho muchos seres humanos- acerca de la Lámpara de Aladino, de la posibilidad de frotarla y de lograr lo que uno deseara. La primera vez que encontré que la verdadera lámpara de la precipitación estaba aquí mismo en Estados Unidos de Norte América, y que tuve la oportunidad de darle Mi amor, Mi gratitud no tuvo límites. Al ser de antecedentes orientales, Mi Único deseo era el de darle Mi amor a la “Llama de la Precipitación”, poner el altar, bendecirlo y sencillamente amarlo por sí mismo. Bien sabes, Amado Lanto, que Yo nunca pensé en pedir que esa Llama de la Precipitación actuara a través de Mí para darme un poder precipitador para bien en Mi propio mundo. Mi amor era demasiado profundo por tan sólo el honor de amarla y custodiarla. Entonces, cuando TÚ, gran Maestro, me enseñaste que Yo tenía que ser la “Llama de la Precipitación” en acción en el mundo de la forma, Yo concluí mi curso en Oriente, y dejé aquellos pocos humildes dichos que son meramente parte de la Ley, la que con creces Yo aprendí. La mayor parte de esa literatura está todavía en posesión del Señor Himalaya.
Ahora puedo decir con ustedes, amen la “Llama de la Precipitación” con gratitud y reverencia, y puedo decirle a los amados chelas que al amarla, adorarla y darle su aliento y su luz, a su vez se convierten en una presencia precipitadora de la Virtud Divina, que su propia Presencia "YO SOY" y su Santa Llama Crística, desean expresar a través de ustedes. Vengan a menudo, quédense tanto como lo deseen, y sepan que siempre serán bienvenidos -no sólo durante los períodos de treinta días, sino durante todo el año- a Nuestra presencia y para amar a Nuestra Llama, para amar a Lady Portia, para amar a todos los que han ayudado a sostener la Llama de la Precipitación hasta el día de hoy.
Les doy las gracias por amar la Llama de la Precipitación, al Señor Lanto y por soportarme.
Confucio
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