Todo el mundo tiene algo que no le gusta de sí mismo, ya sea algo físico, algún comportamiento o simplemente unos cuantos errores del pasado. Todo eso que no nos gusta de nosotros mismos lo rechazamos e intentamos olvidarlo, quedando relegado a nuestro subconsciente. De ese modo eso que marginamos en nuestra mente se convierte con el paso del tiempo en una losa para nuestra evolución.
La clave no está en el rechazo, sino en la aceptación. Sólo aceptándonos sanaremos esa herida que llevamos dentro. Así pues te proponemos un ejercicio meditativo de autosanación emocional.
Y la meditación dice así:
1. Preparativos:
es imprescindible un entorno adecuado. Busca un lugar tranquilo en el que puedas estar con la luz apagada. Enciende una vela, pon incienso y si lo deseas, como algo opcional, puedes poner música clásica o espiritual que te ayude a relajarte. Debes estar sentado con la espalda recta. Puedes hacerlo en una silla, o con las piernas cruzadas en un cojín en el suelo. Sea como fuere, debes estar muy cómodo. Los brazos deben estar apoyados en las piernas muy relajados.
2. Relajación:
para relajarte realiza el ejercicio de relajación que te proponemos en esta sección de meditación. Haz lo posible por estar lo más relajado posible, así que tómate tu tiempo para ello.
3. La habitación mágica:
cuando te sientas preparado para empezar visualiza que te encuentras en una habitación cerrada y oscura en la que no puedes ver absolutamente nada.
4. Los recuerdos:
una vez en la habitación comienza a recordar todo eso que no aceptas de ti mismo, todo eso de ti que te hace sentir mal, y proyéctalo en forma de una figura. A medida que recuerdas, que dejas salir a tus demonios interiores, observas que en la oscuridad de forma la figura de un ser espantoso, un ser horrible. Es tu parte más horripilante.
5. Aceptándonos:
bien, ahora viene la parte más difícil de la meditación. Quizá tu primera reacción al ver esa figura horripilante sea de angustia de no querer seguir con el ejercicio, pero haz un esfuerzo, porque verás que vale la pena. Cuando la figura espantosa esté completamente formada, debes acercarte a ella con gran cariño y amor en tu corazón. Es cierto que te resultará difícil, pero inténtalo. Debes acercarte al "monstruo" para abrazarlo con todo tu cariño y compasión. Cuando consigas abrazarlo debes decirte mentalmente YO ME ACEPTO TAL Y COMO SOY. Esta frase debe salir de lo más profundo de tu corazón con la confianza y firmeza en que aceptas con todo tu cariño esa figura espantosa que hay delante de ti.
6. La transformación:
Cuando le hayas abrazado y mencionado la frase con firmeza, la oscuridad desaparecerá, y en su lugar te encontrarás en un hermoso paraíso. Además, el "monstruo" que antes abrazabas, ahora será un hermoso ser.
Cuando tú lo desees, sal de la meditación libremente, con la seguridad de que has sanado viejas heridas. Siéntete entonces libre, relajado y más liviano
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